jueves, 28 de mayo de 2009

El momento

10/12/07

[...la mayoría de los seres humanos llevamos una existencia tranquila y anónima, mientras transitamos por este mundo. Lo más probable es que no haya desfiles ni monumentos en nuestro honor. Pero no por eso disminuye la importancia de la huella que podemos dejar, pues hay muchísima gente esperando a que alguien como nosotros aparezca en su vida, gente que tendrá en buena estima nuestra compasión y nuestro estímulo, y que está necesitada de nuestros talentos particulares. Son personas que tendrán una existencia más feliz, sólo porque nos tomamos el tiempo para compartir con ellas lo que tenemos para dar. Con demasiada frecuencia subestimamos el poder de una caricia, una sonrisa, una palabra amable, un oído atento, un elogio sincero y de las más sencillas muestras de interés, y aquí estoy yo en mi mundo azul y naranja...]

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