lunes, 30 de enero de 2012

Negro

Bajo la luz blanca de un foco apuntándote a la cara, te rodea la profunda oscuridad, solo escuchas tus palpitos y lejanas notas, paras, aun sientes la vibración...ya no sabes cuando, no eres consciente del tiempo que llevas tocando sin pensar, sin mirar el reloj. Bajas la cabeza, la ves brillar, metódicamente la limpias, cierras su estuche, apagas la luz y te tumbas. Te duelen los dedos como si una puerta los hubiese pillado desprevenidos en una de sus aventuras, cierras los ojos, respiras lentamente...