martes, 1 de junio de 2010

El faro

El silencio aparente no silencia la mente, no lo dudes, por eso, en ocasiones es necesario, se diria que incluso prioritario mantenerse en silencio. A veces parpadeando, pero sin mover un apice los labios, dejando la incognita en el aire y despues de cierto tiempo volver, abrir la puerta y dejar que el aire golpee el en la cara a los demas, cual juez imperterrito a las protestas, quejas y rumores que tras él se mueven, él tiene el mazo, él tiene el poder, sin ninguna duda.

Pero no os estrañeis si en una noche oscura el faro se apaga, no os estrañeis si pacta con la luna para que no sepais a donde vais, no os extrañe que el mundo falte si no sabeis ni a que nivel estais...

La tienda de juguetes

Llego a una tienda de juguetes y me detengo ante una estanteria y, marcados con el mismo precio, aparece ante mi un crisol de cajas con marionetas dentro.

Abro una caja muy opulenta, trae un papel en blanco y negro y mucho corcho, sin reparar mucho en el veo que trae de accesorios unas gafas Ray-Ban de pasta y una cámara de fotos Reflex... ponia algo de gafapasta...paso al siguiente estante.

Esta ni la abro, papel couche, taconazos, aires de diva... la caja es grande, kilos de corcho...paso.

Ah!esta es graciosilla, ropa 5 pulgadas mas grande, DC, Kani, gorrita capada y aires de grandeza, el kit basico del raperillo de postal, no me convence...a pesar de tener algo menos de corcho.

Podría seguir, pero solo describiría los estereotipos que podeis ver mirandoos al espejo, paseando por la calle, solo que empaquetados, todos al digno precio de 9,95€, una ganga ¿verdad?, si Mattel tuviese tanto poder como la SGAE seguramente os cobraria mil y un cannones.

Espera un momento, allí abajo hay uno sin caja, sin corchos... pero al que todos quieren etiquetar, es paradojico que haya logrado llegar hasta alli, parece como si tuviese que suplicar para que su codigo de barras tambien empiece por 84, y aun así muchos niños preguntan por él, en la tienda todos hablan de él... sentado, con la mirada en el infinito y una inquietante mueca se mantiene en un silencio que habla por si solo.