viernes, 27 de mayo de 2016

Mas allá de lo razonable

    Como cada viernes, se sentó a tomar su café. Al ir a echar el azucarillo se detuvo, ¿quién había elegido la cantidad de azúcar que tomaba? es mas, ¿quién decidió que tomaba azúcar? aquel día comprobó que su café era excelente sin ese dulce aditivo.

    En su pequeño mundo interior se fue formando una pequeña revolución, tomar hasta la mas pequeña decisión por si mismo comenzaba a ser la única opción. Todo apuntaba a salirse del rebaño, del camino marcado, se conformó con el tiempo con seguir su propio modo de vida, con costumbres creadas por él mismo, y comenzó a cambiar sus recuerdos, no solo sería eso, él quería que el recuerdo se plasmase tal y como él lo ve bajo su punto de vista, y algunos tuvieron la suerte de verlo, tan sutil y tan firme como un dedo escalando cada vertebra de tu espalda.

    Paseando, en ocasiones se entretiene observando, y se horroriza por lo homogéneo de la sociedad, por esa cuadratura del circulo social, por esa estupidez generalizada mas allá de lo razonable. A veces corre, huye, escapa del redil antes de que la valla se cierre, siempre es capaz de hacerlo.

martes, 26 de enero de 2016

Wrong

    Fuera de todo, veo pasar a la gente de acá para allá. La mayoría siquiera ve lo que pasa a su alrededor, caminan hacia tópicos obcecados con elegir la carta adecuada de la baraja, sin darse cuenta de que lo que distingue cada carta es solamente el dibujo.

    Otros me miran, veo en su mirada recelo, temor, desconfianza,... pero media milésima de segundo les basta para que el crupier vuelva su atención a la partida que continuamente se juega a mi alrededor.

    Hay un último tipo, mi favorito, que decide llamar mi atención, que no entiende que mi forma de ser es el conjunto de mis gustos, de mis experiencias, de cada instante que me dió placer sin atender a las convenciones sociales. Ese grupo cree que estoy equivocado, equivocado por no comenzar mi vida jugando a la oca, continuar jugando al parchís, ahora vivir en el black jack, y sin imaginarse que jamás jugaré a la ruleta rusa. No os preocupeis, seguiré estando equivocado.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Trozos y trazos

     Ese pequeño se dio cuenta a muy temprana edad de que cuando sus sentimientos se amontonaban lo mejor era dibujar. Empezó sobre un folio, educando a su mano a obedecer a sus caprichosos trazos, pero pronto aquella primitiva forma de expresión se le quedó pequeña.

    Con el tiempo observó que la mayoría de personas se expresaba con palabras, algo tan difícil para él... pero tenía que intentarlo. Poco a poco fue aprendiendo a dibujar con palabras, alguna vez incluso dibujaba poesía, pero la métrica no podía expresar sus irregulares sentimientos por lo que empezó a dibujar de una forma tan compleja que solo unos pocos sabían leerle.

    Triste, caminó errante con las mareas de sus sentimientos encontrados, consiguiendo dibujar con su cuerpo estelas bellísimas en el agua, fugaces como estrellas desaparecieron con el tiempo, demostrando mas a los demás que a si mismo que podía ser un excelente dibujante.

    Un buen día se dio cuenta de que los dibujantes de sonidos podían estremecerle, incluso hacerle sentir comprendido. Poco a poco ordenó sus sentimientos en relación a esos grupos de ondas, pero ¿por qué no ir mas allá?en ocasiones no encontraba la canción que expresase lo que había en su interior...y comenzó a dibujar con sonidos, estos tocaron algo tan profundo que aun a día de hoy se esconde para dibujar con ellos.

    Aprendió muchas otras formas, dibujó con su piel, que complementaba perfectamente su habilidad de dibujar con susurros, incluso aprendió a dibujar con su mente.

    Hoy, solo, mientras alguien le dibujaba algo con sonidos, se dio cuenta de que estaba aprendiendo a dibujar con la luz, capturando proporciones y rayos en instantes en los que una o dos personas sean capaces de sumergirse, de meterse en su ajustado traje de sentimientos.

   Seguirá dibujando de mil maneras en busca de la forma de expresión precisa, pero mientras tanto disfrutará.