viernes, 14 de enero de 2011

La llave

Puedes estar dando, ahora mismo, un paso ciego al vacio. La llave de esta puerta es larga, afilada y con brillos diamantinos en el mango, y, aunque no es mas que la llave para esa vieja puerta de madera de roble, cogida por el lado equivocado puede provocar una herida incurable en la palma de tu mano. Una vez mas, todo depende del tomador, que si es el incorrecto recorrerá los nueve infiernos de Dante, uno a uno, hasta caer en una celda de la que no estoy dispuesto a sacarte.

2 comentarios:

  1. ¿Si el tomador fuera el correcto, la llave no le haya herido y el engranaje de la cerradura girase? ¿Que ocurriría?

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